La Facultad de Idiomas de la UABJO tiene sus orígenes en el año de 1974, cuando el entonces rector, Mtro. Rubén Vasconcelos Beltrán, contrata al Profesor Erick O´Connell para fundar el Centro de Idiomas. En un principio, este centro fue ubicado en el Edificio Labastida, justo enfrente del Jardín con el mismo nombre. El Centro de Idiomas tenía como objetivo principal ofrecer a los estudiantes de las distintas facultades y al público en general un espacio apropiado para el aprendizaje del inglés y el francés. Cuenta el maestro Mark Leyes –uno de los docentes fundadores–, que la Sony Corporation donó a la universidad un laboratorio de idiomas, con tecnología de punta en esa época, que fue instalado en el tercer piso del edificio y que constaba de un enorme tablero de control, operado por una sola persona, y 40 cubículos individuales en los que los estudiantes practicaban habilidades auditivas y orales (Leyes, 2013, s.p.). Sin embargo, tiempo después, las autoridades universitarias dispusieron del Edificio Labastida para alojar a la licenciatura en Sociología que era de reciente creación, y reubicaron al Centro de Idiomas en la calle de Burgoa. El Edifico de Burgoa era viejo y estaba muy deteriorado, pero el mismo equipo de profesores se dispuso a limpiar, lavar y pintar el lugar para dejarlo en condiciones adecuadas. El mobiliario fue donado por varias escuelas, pero gran parte de este también estaba deteriorado, por lo que el personal del Centro de Idiomas aportó herramientas y trabajo para restaurarlo. Las clases se impartían de lunes a viernes, de 7 de la mañana a 9 de la noche, por lo que el Centro siempre estaba concurrido. Recuerda Mark Leyes que el ambiente era interesante y agradable debido a la diversidad de los estudiantes: amas de casa, trabajadores, profesionistas, estudiantes universitarios e, incluso, campesinos.
Desde sus primeros años, el Centro de Idiomas adquirió prestigio y reconocimiento por el compromiso y experiencia docente de la mayoría de sus profesores (Leyes, 2013, s.p.). Como muchos de sus egresados alcanzaban un nivel avanzado de inglés al concluir los cuatro años de cursos, estos alumnos “graduados” empezaron a ser contratados como profesores de inglés de diversas instituciones. Esta tendencia, aunque enorgullecía a varios de los docentes del centro, también les generaba un motivo de preocupación, al tener que reconocer que dichos egresados no contaban con una formación didáctica adecuada para afrontar la actividad docente (Leyes, 2013, s.p.).
Dado el campo laboral en el que los egresados tendían a desarrollarse, y tras haber notado las deficiencias que los egresados tenían para desenvolverse como profesores de inglés, en 1992, siendo directora de este centro la Dra. María de los Ángeles Clemente Olmos, se fundó la Licenciatura en la Enseñanza del Inglés como Lengua Extranjera. Era una licenciatura de 10 semestres, con 50 materias obligatorias (Leyes, 2013, s.p.). La nueva carrera adquirió una fuerte demanda y, ya con un programa de estudio de licenciatura dentro de su oferta educativa, el Centro de Idiomas pronto se convirtió en Facultad de Idiomas.
En el año 2000, la Facultad inicia su oferta de estudios de posgrado a nivel maestría. La primera maestría en ofertarse fue la de Lingüística Aplicada en el Área de Inglés; dos años después se ofertó la maestría en Lingüística Aplicada en el Área de Español. Posteriormente, se abrió la maestría en Traducción e Interpretación. En el año 2013 y 2014 respectivamente, se crearon dos programas de posgrado: la maestría en Educación Crítica de Lenguas y el doctorado en Estudios Críticos del Lenguaje.
La Licenciatura en la Enseñanza de Inglés como Lengua Extranjera ha cambiado varias veces tanto su nombre, como sus planes de estudio. En un principio era un sistema rígido con más de cincuenta materias a cursar y que se completaba en cinco años. Posteriormente, la maestra Vilma Huerta Córdova y el Dr. Peter Sayer liderearon un proyecto para flexibilizar el plan de estudios. Este plan flexibilizado, aunque nunca logró completarse, se implementó durante varios años en forma paralela al plan inicial. Después, alrededor del año 2010, una nueva administración contempló ampliar el perfil de la licenciatura para dar cabida a estudiantes interesados en estudiar idiomas por razones diferentes a la docencia. Se instaura un nuevo plan de estudios que pretendía la inclusión del francés como lengua obligatoria, así como la incorporación de materias orientadas a la traducción, con el objetivo de ampliar la oferta laboral de los egresados, permitiéndoles desarrollarse en áreas de turismo y traducción, y no sólo como profesores de idiomas. Dicho plan pronto fue descartado por no contar con las bases teóricas adecuadas, ni con el consenso de la comunidad académica. El principal fundamento de la crítica fue que, el pretender expandir de esa manera el campo de estudio de la licenciatura, repercutiría negativamente en el dominio de los idiomas, lo cual crearía mayores deficiencias de las ya detectadas entre los egresados.
Por esos mismos años, la Facultad sufrió una crisis política que no culminó hasta finales del 2012. La administración que inició funciones precisamente en ese año decidió devolver a la licenciatura su perfil docente y fortalecer la orientación social de la licenciatura, sustentándola en una ideología generada desde la teoría crítica. Es en estos años, 2012-2013, que se vuelve a modificar el plan de estudios, esta vez buscando incluir el estudio del español como rama obligatoria y profundizar en la formación docente de la licenciatura.
Fuente:
Lartigue, A. (2017). ¿Qué trascendencia tiene la intervención docente de “Diarios para el Diálogo” como estrategia de aprendizaje colaborativo en la adquisición de destrezas propias de la ortografía y la redacción? Tesis inédita de maestría. UABJO: Oaxaca.